Reseña de novela: El trono vacío (Lesath #2)

Hola, viajeros! ¿Cómo van pasando estas vacaciones de verano? Espero que bien. Hace cuatro días terminé de leer la continuación de Memorias de un engaño (podes leer mi opinión haciendole clic) y ya empecé a leer el tercer libro. Pero ahora les traigo mi opinión sobre el segundo libro que, en mi opinión, estuvo muy bueno.

Aunque últimamente he intentado no incluir spoilers en mis entradas, lo cierto es que sí daré detalles y haré referencias a pasajes del primer libro. Si no lo han leído aún y no quieren enterarse de nada, no les recomiendo seguir con la lectura de la entrada.

Ficha técnica

Título: El trono vacío

Autora: Tiffany Calligaris

¿Saga?: Sí; Lesath

Editorial: Planeta

N° de páginas: 304

Géneros: fantasía, romance, aventura.

Elementos del libro: magia, elfos, magos, espadas, dragones; lucha contra los malos.

Observaciones: es el segundo libro de la trilogía "Lesath"

Sinopsis

"No me agradaba la idea de dejar a Lesath sin su reina, tenía miedo de que el Concilio se diera a conocer y tomara Lesath por la fuerza. Debía correr el riesgo, Lysha me había ayudado y si la dejaba aquí, pagaría con su vida por ello. Además ya era hora de que Lesath supiera la verdad."


El camino de regreso a Saiph resultó más largo de lo esperado. Tras dos días de marcha, una misteriosa figura emerge de la oscuridad del paisaje. El grupo lo enfrenta con valentía, pero para proteger a sus amigos Adhara accede a ser llevada prisionera al castillo de Izar. Allí encontrará a una aliada inesperada, la reina Lysha, que le pedirá huir con ella. Adhara deberá actuar rápido, ya que el Concilio de los Oscuros no tardará en atacar de nuevo. Encontrar el Corazón del Dragón antes que ellos es la única alternativa.

Reseña/opinión

El primer libro concluyó luego del enfrentamiento de nuestro trío (ayudados por Zada y Talfan) contra Sabik, Dalamar, Sorcha y Seith. Si bien los buenos ganaron, la victoria fue amarga: el Corazón del Dragón no se encontraba con Ailios, y este elfo, bajo la influencia de Akashik, se quitó la vida. Talfan quedó inconsciente y no volvió a despertar. Y como si no fuera suficiente, luego de esa pelea, los protagonistas descubrieron hasta qué punto Akashik era peligroso, ya que, junto con los otros warlocks, lograron quebrantar el espíritu de un elfo poderosos como Ailios, pero también, durante dicha pelea, fue Akashik, y nadie más que Akashik, fue el responsable de la muerte de Sabik y Dalamar, sus compañeros.

Sin embargo, antes de morir, Ailios les dio a los protagonistas un pergamino con instrucciones para hallar al Corazón del Dragón. Así que su misión, ahora es encontrarlo. Ellos se dirigían a Saiph, hogar de Talfan (quien aún no ha despertado) cuando una sombra se interpone en su camino y hace brotar fuego del suelo, separando al grupo. Entonces, Adhara oye una voz en su cabeza que le dice que hará que el fuego cese sólo si ella se separa del grupo y corre al bosque... y es lo que ella hace, para salvar a sus amigos. Allí, es capturada por Seith y llevada a Izar, donde los warlocks la mantienen cautiva por un corto lapso de tiempo (no exento de episodios perturbadores), hasta que la reina Lysha decide liberarla en secreto. Así, Adhara y la reina escapan de Izar y se dirigen a Zosma, donde esperan estar a salvo y reencontrarse con el resto del grupo. 

Varios secretos saldrán a la luz en este segundo libro, algunos de los cuales serán decisivos para la historia y cambiarán su rumbo. La aventura, la magia y el romance estarán presentes a lo largo de El trono vacío.

Personalmente, me fue más fácil engancharme con El trono vacío que con Memorias de un engaño. No sé por qué, pero pudo haber tenido algo que ver el hecho de que pude leer gran parte del libro en un sólo día, y suelo engancharme más con las historias cuanto más seguido las leo/veo (se aplica a series también). Si dejo pasar mucho tiempo, me olvido sobre los personajes o partes de la historia.

Una diferencia que noté en este libro con respecto al primero es el cambio de enemigo. En el primero, se le da mucha importancia a Seith, pero en éste, la atención se vuelca principalmente a Akashik. Claro que Seith sigue siendo un enemigo peligroso, y más cuando Adhara descubre que el Nawa tiene su atención fija en ella (por motivos increíbles y spoileantes). 

Como dije antes, en este libro se revelan muchas cosas: sobre la familia de Aiden, el origen de los warlocks, la familia real e incluso de los posibles motivos por los cuales se desalentó a Adhara a aprender magia. Ya avanzado el libro, descubren un par de cosas sobre el Corazón del Dragón que resultan impactantes y les harán repensar su plan para combatir a los warlocks. 

De este modo, este libro está lleno de sorpresas, con algunos cambios imprevisibles, otros no tanto, pero todos llevan a que la historia se enriquezca.

Con respecto a los personajes: en este libro, el trío sigue junto. Adhara y Aiden pasan por una serie de malentendidos que los mantendrá apartados. Por otra parte, las cosas se complican un poco para Zul a medida que avanza el libro, aunque, viendo el lado positivo, al fin comenzará a confiar un poco más en sí mismo. Bueno, para ser sincera, las cosas no son fáciles para Adhara tampoco cuando se entera de un par de cuestiones...

Así que, viajeros literarios, tengan en cuenta que en El trono vacío no todo es como parece. Las apariencias son engañosas y la información, no siempre exacta.

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Adhara. Sin embargo, este libro tiene una novedad: luego del capítulo "El ritual de las siete estrellas", se divide en una segunda parte, llamada "En el castillo de Izar", que engloba los dos últimos capítulos del libro. Ambos son de menos de 10 páginas de extensión en total, pero resultan informativos, ya que nos muestran lo que ocurrió hacia el final del libro en palacio y nos adentran en la mente de otros dos personajes importantes en El trono vacío y, muy probablemente, de La corte del hechicero, el tercer y último libro. Estos dos capítulos tienen el nombre de la persona que los narra, y están contados en primera persona.

Mi puntaje es de 4.50/5