Reseña de novela: Tucumán era una fiesta (El tanque de agua #3)

¿Qué tal, viajeros literarios? ¿Cómo van pasando estas vacaciones de verano? Yo me fui una semana a la playa con mi familia, y durante ese tiempo releí La llave de cobre, dado que la continuación llega en mi país en febrero, y leí un libro que tenía ganas de leer desde hacía un tiempo. Es una elección curiosa, dado que está orientada hacia un público más joven, y es la tercera parte de la saga "El tanque de agua", de la autora argentina María Inés Falconi.

Antes de pasar a los datos, me gustaría contar cómo llegué a interesarme en este libro (aquellos que no estén interesados, simplemente salteen esta parte 😒). Hace varios años, estando de vacaciones de verano en una ciudad costera, adquirí El secreto del tanque de agua. No sé cuántos años tendría, pero estoy casi segura de que aún estaba en primaria. Fue un libro que me gustó mucho, y por un tiempo también fue el más largo que había leído (315 páginas). Claro que luego conocería los libros de la saga "Harry Potter" que, salvo los dos primeros, son más largos, destacándo el quinto libro (La Orden del Fénix) que cuenta, si mal no recuerdo, con 893 páginas, y que es el libro más largo que he leído. Peeero volviendo con lo que nos interesa, en ese momento yo no sabía que era una saga. No había nada que lo indicase en el libro... por lo que supongo que en ese momento debía ser un libro individual.

Recién durante el año pasado me enteré que había no solo una segunda parte ¡sino también una tercera! Y todo esto gracias a mi hermano, que el año pasado cursó sexto grado y le pidieron para leer El secreto del tanque de agua, libro que hasta el día de hoy conservo. Pero luego les tocó leer Tucumán era una fiesta de la misma autora (María Inés Falconi) y, cuando consiguió el libro, vi que en la tapa se leía, debajo del título "el tanque de agua 3". Luego de ver eso, fui a una computadora y busqué sobre cuál era el segundo libro. Se llama "París ida y vuelta", y por lo que entendí del tercer libro, está relacionado con la Batalla de San Lorenzo (argentinos ¿les suena "Marcha de San Lorenzo"?). Afortunadamente, pude entender perfectamente el tercer libro sin haber leído el segundo, aunque tengo curiosidad...

Ficha técnica

Título: Tucuán era una fiesta 

Autora: María Inés Falconi

¿Tiene saga?: si: "El tanque de agua"

Editorial: Santillana (¡que loco! La edición que tengo del primer libro es de Alfaguara)

N° de páginas: 303 de historia. En total, 312.

Géneros: ficción histórica

Elementos del libro: historia argentina: independencia; vida en la época colonial (1816).

Observaciones: es el tercer libro de una saga, de la cual, hasta el momento, es el último, aunque se da a entender que habrá otro; hay varias ilustraciones.

Sinopsis

Casi un año pasó desde que Lucas y Rocío hicieron su último viaje al pasado, hasta que un tropezón en el tanque de agua los lleva a reencontrarse con Nazareno, granadero de San Martín, y a acompañarlo en su periplo a lomo de mula desde Córdoba hasta Tucumán, donde se encontrarán inmersos en los acontecimientos históricos relativos a la Declaración de la Independencia.

Acompaña a los entrañables personajes de El secreto del tanque de agua y de París ida y vuelta en un nuevo viaje en el tiempo

Reseña/opinión

En esta ocasión, Rocío engaña a Lucas para que se tire en el tanque, y su hermana, queriendo sacarlo, acaba cayendo dentro... y vuelven a viajar en el tiempo. Cuando Lucas sale del agua, se da cuenta que se encuentra en un pantano. Luego de eso, se encuentra con Rocío... y casi son atropellados por una carreta. El granadero que iba en ella se baja, y los hermanos se llevan una gran sorpresa: ¡es Nazareno! Solo que para él han pasado los años, y ya no es el niño de 12 años que conocieron en el primer libro (no sé cuánto tendría en el segundo), sino que ya tiene 18. Él les explica que fue enviado por San Martín para escoltar a Fray Justo y a Tomás Godoy Cruz. En ese momento estaban en Córdoba, de camino a... ¡el congreso de Tucumán!

Los hermanos logran convertirse en parte de la comitiva y viajan hacia Tucumán, donde ansían participar de este histórico suceso. El humor, las confusiones (y las ya históricas metidas de pata de Rocío) estarán presentes en este libro, mientras los chicos viven de primera mano la independencia de Argentina e intentan encontrar el modo de volver a su hogar y tiempo.

Al igual que tantos otros libros de la autora que leí, éste estaba lleno de humor. Estaba contado de manera sencilla, sin gran cantidad de detalles, lo cual asegura una lectura rápida y entretenida. Disfruté de este libro (¡hacía tanto que no leí a Falconi!) pero cuando ya había superado la mitad del libro, noté que la historia era... plana. Aunque iban ocurriendo varios acontecimientos, sentía que en realidad no estaba pasando nada relevante: por un lado, Lucas aprendía a trabajar en una botica, por el otro, Rocío vivía en la casa de una chica adinerada y escuchaba sus dramas románticos (que es uno de los puntos más desarrollados de la novela). También está el asunto de su abuela falsa (de lo que no voy a ahondar para no decir spoilers), que sí que fue un problema. Pero después... nada muy interesante. Vuelvo a repetir que yo no leí el segundo libro, pero sí leí el primero. La última vez que lo releí fue hace más de una año, creo... pero puedo afirmar que en éste primer volumen, los hermanos tuvieron más desafíos y más (mucha más) participación en los hechos que llevaron a la Revolución del 25 de Mayo. En este tercer libro, ellos se limitaron a escuchar mientras servían bandejas de comida. Supongo que sería más difícil en esta situación que los protagonistas participaran del congreso, a mi misma no se me ocurre que más podrían haber hecho, pero... yo creo que podría haberse introducido algo más. Como dije antes, lo sentí "plano".

En este libro, Lucas y Rocío son acompañados en sus movimientos principalmente por tres personajes: se nos presenta un Nazareno mayor, más aburrido y "mandón", según Rocío; una chica de la alta sociedad, Lucía, que busca que Tomás Godoy Cruz le reste atención; y un jovensísimo Juan Bautista Alberdi, inquieto y que no querrá perderse tampoco las noticias del congreso. Estos personajes le dan algo más de vida al libro... y motivos de risa, a veces.

La historia es llevada adelante por un narrador omnisciente (osea, en tercera persona). No está contado desde la perspectiva de un solo personaje, sino que irá reflejando los pensamientos de algunos de ellos, dependiendo de la situación. Aún así, en lo relatado siempre están presentes o Lucas, o Rocío, o ambos.

Los capítulos se van dividiendo de acuerdo a la fecha del día en el que ocurren los acontecimientos, lo cual no significa que necesariamente haya un capítulo por día. Creo recordar, por dar un ejemplo, que el día en que llegaron a Tucumán hubo más de un capítulo.

Algo curioso (aunque no tanto para aquellos que hayan leído al menos El secreto del tanque de agua) es que la autora incluye citas de algunos de los diputados. También hay una bibliografía al final del libro, indicando dónde se documentó.

Por último, este libro, en sí, comienza con una introducción, en la que se cuenta brevemente qué ocurrió en los dos libros anteriores. De ese modo, no se hace necesario haberlos leído para entender la historia. Yo no leí el segundo, y aún así entendí perfectamente este tercer libro (aunque me queda la duda de las experiencias de Rocío en el convento, porque del modo en que habla de Fray Justo y por su negativa a ir de nuevo a un convento).

El libro acaba en una situación sin resolverse, por lo que, seguramente, tendrá una continuación.

Creo que ya he dicho todo lo que tenía en mente. Para cerrar, tengo que dejar algo en claro: con este libro, me pasa al revés que con otros; es decir, que aunque la lectura es rápida y entretenida, no me parece que haya habido tanta acción. Por esto, mi puntaje (con cierto dolor, dado que Falconi fue una de mis autoras favoritas cuando me iniciaba en la lectura), mi puntaje es de 3/5

Ah, un detalle: este libro está basado en la independencia de Argentina. Aquellos que hayan nacido en este país tendrán una mejor idea de lo que pasa... aunque, la verdad, no sé hasta qué punto es necesario tener esos conocimientos. Yo, que soy argentina, no conozco ni a la mitad de los personajes nombrados y aparecidos en la novela.